Todos reconocemos la alegría y emoción que representa para nuestros hijos el tener una mascota. Si retrocedemos el tiempo y pensamos en esa primera mascota que tuvimos, recordaremos apasionadamente todos los momentos felices que compartimos y todas las cosas que aprendimos de ella.
Las mascotas juegan un rol importante en el proceso de aprendizaje de los niños, si nosotros como padres sabemos canalizar este aprendizaje responsablemente, daremos una excelente educación a nuestros hijos y una vida armoniosa y feliz a nuestras mascotas.
A través de una mascota el niño tiene la oportunidad de expresar cariño y afecto al momento de cuidarla y atenderla, pero para que el niño obtenga este beneficio, es muy importante que entienda que su mascota es un ser vivo que además de cuidados, reclama respeto.
Es una muy buena oportunidad para delegar en nuestros hijos la responsabilidad de adquirir un compromiso de atender, cuidar y proteger a su mascota; para ello es muy importante tomar en cuenta la edad del niño para que su responsabilidad vaya acorde a sus capacidades. Pero muchas veces se nos olvida que nosotros como padres, tenemos que supervisar la tarea que le encomendamos a nuestros hijos y debemos dar ejemplo constante de cómo tratar a las mascotas, así como educar a los niños en los cuidados básicos que requiere su mascota.
Al otorgarle a un niño, de acuerdo a sus capacidades el cuido responsable de una mascota, ayudaremos a que él adquiera el sentido de organizar su tiempo, para atender sus quehaceres: estudio, diversión, labores de la casa, cuido de la mascota y más.
Por su parte, los niños al sentir que se les ha conferido la responsabilidad de atender a su mascota, aumentarán su autoestima, al saber que sus padres confían en ellos para realizar esta tarea; es por ello fundamental el apoyo de los padres en esta tarea para que sea placentera y no una carga para el niño.
El apoyo debe ser incondicional y si el niño se le olvida sus tareas, en lugar de regañarlo, debemos incentivarlo. Si la mascota se llegara a enfermar es primordial hacerle ver al niño que no es por su culpa, acudir lo antes posible al Médico Veterinario para evitar que la mascota se ponga peor y darle todo el apoyo de la familia al niño para que no se sienta mal.
El proporcionar una mascota a un niño, le enseñará a respetar la vida, lo que a su vez promueve el cuidado de otros seres vivos y la protección a la naturaleza, al conocerla, valorarla y estar en contacto con ella.
Es una buena oportunidad para que un niño pueda expresar sentimientos de afecto, cariño y ternura, así como la sensibilidad y tolerancia al conocer las necesidades de otros seres vivos, le enseñará que además, de las palabras existen otras formas de transmitir cariño y amor. Es por ello, que muchas veces la mascota se convierte en la mejor compañía para el niño, y en algunos casos, en la única.
Como vemos son muchos los beneficios que pueden otorgar en el desarrollo de un niño, la presencia de una mascota; sin embargo, para que esta experiencia sea placentera y beneficiosa, debemos de tener en cuenta:
- Hacer consenso familiar sobre la conveniencia o no de poseer una mascota.
- Seleccionar la mascota más apropiada para nuestro hogar; tenemos que contemplar, la edad de nuestros hijos y el agrado de ellos hacia la mascota, el espacio físico que la misma ocupará en el hogar, el temperamento de la mascota, planificar un presupuesto mensual para la atención de la mascota (alimentación, supervisión Veterinaria, utensilios, juguetes, etc.).
- Asesorase con un profesional sobre los cuidados y necesidades de la mascota que hemos escogido, a fin de comprender claramente el cómo debemos de atenderla.
- Poseer el tiempo necesario para dedicarle atención y cuidados a la mascota, así como en la tarea de supervisión de los niños en el cuido de la misma. Repartir funciones a todos los miembros de la casa para que participen tanto en el cuidado, higiene y alimentación (recordemos que los niños al inicio les gustará mucho su nueva tarea, pero llegarán a cansarse, por lo que la motivación es esencial para no terminar nosotros mismos a cargo de la mascota).
- Disfrutar en familia de la mascota, aceptándola como es; recordemos que en el caso de cachorros, éstos tienden en un inicio a morder y romper todo. Debemos ser pacientes y siempre en todo momento dar el ejemplo, porque nuestros hijos estarán al pendiente.
Como Médico Veterinario, siempre me ha complacido ver una familia unida entorno a una mascota, la sensibilidad y el respeto por la vida son características que se repiten en las familias que aman a los animales.
Por desgracia, también he observado lo opuesto; familias que ante el deseo de un niño, se le compró una mascota y no se dio la educación ni el ejemplo requerido, por lo que en muchos casos la mascota se convirtió en un juguete, expuesto a maltratos y abandono, por lo general estas mascotas son agredidas y terminan siempre abandonadas.
Recordemos que un niño que observa este panorama crecerá pensando que esta es la forma de actuar con un ser vivo, este niño cuando sea grande probablemente no tenga respeto por la vida ni por los seres vivos. Disfrutemos de la Vida y seamos responsables con todos los seres vivientes que son un regalo de la naturaleza para nosotros.